Las preguntas que todos nos hacen sobre cómo vivimos en una casa con ruedas, las podemos resumir en “los 5 mitos de vivir en un motorhome” Hoy voy a identificarlos y a desarrollar cada uno. Y descubrirás qué tanto de mito y qué tanto de verdad hay en cada uno.
Durante nuestro viaje hemos conversado con muchas personas acerca de cómo es la vida en un motorhome. Por lo general hay mucha curiosidad por parte de quienes lo ven como un anhelo y que, por diversos motivos, no lo han podido concretar.
Incluso conocemos personas que ya tienen el motorhome y sus hijos son independientes económicamente, y a pesar de ello, algunas razones los inmovilizan.
Analizando esas conversaciones y comparando esos miedos con nuestra propia vida en motorhome durante 1 año y medio, puedo identificar los 5 grandes mitos que desincentivan a las personas a dar el paso hacia una vida más libre.
Mito 1: “Vivir viajando es cosa de millonarios”
Y si te digo que desde que vivimos viajando en un motorhome gastamos menos que cuando vivíamos en nuestra casa en Punta Arenas, Chile 🇨🇱 ¿me creerías?
Vamos a comparar los gastos fijos en una casa “normal” con los de un motorhome.
Antes de iniciar el viaje vendimos muchas cosas (autos, muebles, libros, plantas, etc) para poder comprar nuestro motorhome, por lo que no pagamos arriendo ni hipoteca por vivir en él.
Tampoco pagamos una cuenta de electricidad porque tenemos 2 placas solares que nos proveen de la energía que necesitamos.
Tampoco pagamos una cuenta en agua pues llenamos nuestro estanque gratuitamente en las estaciones de servicio, grifos públicos y cualquier otro lugar donde haya agua dulce. Únicamente compramos agua en los supermercados para beber.
Aunque sí pagamos gas, llenamos nuestras bombonas de gas GLP en las estaciones de servicio. Usamos el gas para cocinar, para calentar el termo de la ducha y para nuestro refrigerador cuando el motor está apagado.
Muy pocas veces hemos pagado por pasar la noche en un camping o en un estacionamiento privado. La gran mayoría de las veces nos quedamos en lugares públicos y gratuitos.
Pagamos suscripciones a algunos servicios de entretenimiento como Spotify o Netflix pero no tenemos un gasto fijo por teléfono o internet, ya que en cada país los precios de los planes de prepago de internet son diferentes.
Por supuesto que pagamos un seguro vehicular específico para vehículos vivienda y el combustible para viajar. Aunque esto es algo que podemos controlar, pues si nos movemos despacio y hacemos pocos kilómetros en un mes, el gasto será menor.
Quizás el único gasto que se parece más al que haríamos en un casa “normal” es el del supermercado. La diferencia es que ahora debemos hacer compras más seguido pues nuestro espacio de almacenamiento es mucho menor.
Nuestros clóset miden 40 cms, por lo que si me compro ropa debo deshacerme de algo. Por lo que esto ocurre únicamente cuando alguna prenda está tan vieja o rota que ya es imposible repararla.
Tampoco compramos souvenirs ni regalos. No hay espacio. Nuestros souvenirs o recuerdos son los videos y fotografías que hacemos. Y nuestro regalo son los capítulos de nuestra serie en YouTube donde compartimos nuestro viaje.
Mito 2: “Es muy peligroso”
No se trata de “tentar a la suerte” o a la mala suerte, sino de cómo te enfrentas a la vida cada mañana cuando despiertas.
Por ejemplo, si tuvieras un reloj carísimo ¿dejarías de usarlo por miedo a que te lo roben?
La verdad es que el mundo puede ser una cosa hoy y otra muy distinta mañana. Y las experiencias de cada uno también pueden ser muy diferentes. En este sentido mi consejo es informarse antes de llegar al destino.
En nuestro caso, preferimos informarnos a través de blog (en internet) y en vlog (YouTube) de viajeros que viajan de forma similar a la nuestra, es decir, durmiendo en la calle. Por ejemplo todos aquellos que viajan en motos, en bicicleta, en motorhome, en autos, en furgones habilitados para vivienda, etc.
El mundo de los viajeros, furgoneteros, autocaravanistas (hay varios nombres pero en el fondo son lo mismo) es enorme. Realmente enorme. Y Usamos apps para encontrar lugares seguros donde estacionar para dormir o para estacionar la casita con ruedas mientras salimos a recorrer el lugar.
Hay varias apps, pero las más populares son Park4night y iOverlander. Aunque siempre puedes usar Google maps. Lo interesante de estas apps es la posibilidad de dejar reseñas de cada lugar. Y los viajeros son muy dados a compartir su experiencia, ya sea positiva o negativa, por lo que las reseñas de cada estacionamiento son una fuente fidedigna y muy valiosa a la hora de escoger dónde aparcar.
De hecho hemos conocido a muchas personas (hombres y mujeres) que viven solas en sus vehículos vivienda sin sentirse más vulnerables por ello.
Otra medida preventiva -además de leer las experiencias de otros viajeros- es estacionar al lado de otro vehículo vivienda. Por lo general eso desincentiva la acción de terceros.
Cuando ya llevas un tiempo viajando y comienzas a conocer a otros viajeros, la conversación sobre seguridad y comodidad se va dando sola. La mayoría de las veces te preguntan “¿y a dónde se dirigen ahora?” y si ellos conocen el destino, inmediatamente te darán sus recomendaciones. Nosotros hacemos lo mismo.
Mito 3: “Perdería mis comodidades”
Las comodidades son tan subjetivas como lo son las incomodidades. Pero siempre existe la posibilidad de mandar a hacer un buen colchón para la cama de tu casita con ruedas, comprarte almohadas de buena calidad, cocinar comidas rápidas y que requieran pocos utensilios, etc.
En un post anterior ya les conté cómo pasé de un closet de 4 metros (de mi casa “normal”) a uno de 40 cm (el de mi casita con ruedas), así que esa incomodidad quedó fuera de la lista.
Por otro lado, nuestra cocina es bastante pequeña, así es que tenemos lo justo: 1 olla, 1 sartén grande (para hacer pan, pizzas y tortillas), 1 sartén pequeño (para filetitos, huevos o recalentar), 1 lechero, 4 tazas, 4 platos bajos, 4 platos hondos, 4 pocillos, etc. Y ningún electrodoméstico que deba enchufarse (ni siquiera uso secador de pelo)
También les conté anteriormente AQUÍ y AQUÍ que la mayoría de mis libros los compro en versión digital y los leo en mi kindle o en mi tablet.
Mi marido tiene una versión reducida de herramientas (en comparación con lo que tenía en nuestra casa de Punta Arenas) para atender las posibles emergencias que puedan ocurrir durante el viaje.
Quizás la mayor frustración para mí ha sido el no poder contar con un espacio propio para desarrollar mi práctica creativa (tejer, diseñar, pintar, escribir, etc) en silencio, tranquilidad y soledad, y con todos mis materiales a mano, como lo tenía en Punta Arenas. Pero la verdad es que poco a poco me he ido acostumbrando a trabajar únicamente con lo tengo a mano, lo que me ha permitido estirar mi creatividad al máximo, buscando alternativas y soluciones que de otro modo jamás se me hubieran ocurrido.
No se me ocurren otras comodidades que mencionar aquí. Si se te ocurren más por favor déjalas en comentarios o responde este mail.
Mito 4: “No podría darme un buen baño”
La verdad es que yo también pensaba que no volvería a disfrutar de un buen baño, cálido o refrescante, al vivir en un motorhome. Pero la experiencia de casi un año y medio me demostró lo contrario.
Nuestro termo calienta el agua a la misma temperatura que en una casa “normal” y la única preocupación que debemos tomar es haber llenado el estanque previamente.
Si no quieres buscar agua tan seguido, puedes optar por intercalar duchas rápidas y otras más largas. Y para quienes tenemos cabello largo y/o abundante, siempre podemos planificar el aseo según las posibilidades de carga del estanque de agua.
Nosotros instalamos una ducha eficiente que entrega menos agua y en forma de lluvia, lo que nos permite ahorrar bastante.
Por otra parte, te confieso que después de un rato te das cuenta que son tantos los estímulos, nuevos amigos y sorpresas que te regala el viaje, que la ducha se convierte solamente en un ritual de limpieza.
Y para rituales de limpieza hay varias opciones. Por ejemplo, cuando estacionamos en una playa, la mayoría de las veces hay duchas para quitarse la sal después del baño en el mar. Así es que simplemente usamos un poco de shampoo y listo!
Ahora, si aún así necesitas darte una ducha larga, puedes quedarte una noche en un camping que cuente con este servicio, o en un pequeño hotel, etc.
La verdad es que después de un rato, ya no es tema, al menos para nosotros.
Mito 5: “No hablo otros idiomas”
Siempre nos preguntan “¿y cómo lo hacen con el idioma?”
La verdad es que si bien, sabemos un poco de inglés, estamos lejos de ser bilingües (por ahora). Gaspar y yo hemos estado estudiando inglés (online) durante el viaje con profesores, y Alfonso lo ha hecho en forma autodidacta.
Si tienes internet, siempre podrás usar la app de Google translate para traducir carteles usando la opción de la cámara.
Por ejemplo, apenas entramos a Francia (desde España) nos encontramos con las instrucciones en los peajes (automatizados, sin personas en las casetas) y carteles en la carretera que no entendíamos. Entonces usábamos la cámara del celular para traducir la información con la app de Google translate. Evidentemente que esto requiere que tengas internet en tu celular.
Cada vez que nosotros entramos a un país, lo primero que hacemos es buscar un lugar donde comprar una tarjeta SIM con un plan de prepago con internet. Y si necesitábamos internet antes de poder comprar la SIM, usábamos el rooming.
Pero cuando nos enfrentábamos a personas que hablaran en otro idioma era bastante más fácil, ya que el 99% de las veces podíamos comunicarnos con un poco de inglés, gestos, señales y una sonrisa. La gente es cálida con los visitantes, al menos esa ha sido nuestra experiencia. Y en lugares menos visitados, los habitantes agradecen el interés por conocer su país (o ciudad) y hasta te dicen welcome.
Sorprendentemente encontramos gente que hablaba español en los lugares menos pensados, como Grecia, Bosnia, Serbia o Montenegro. Ya sea porque eran inmigrantes o porque lo habían aprendido.
Así es que, definitivamente, el idioma no ha sido una barrera para nosotros. Incluso hemos aprendido palabras nuevas, como Kaliméra (Καλημέρα) que significa “buenos días” en griego. Y yo saludaba siempre así en Grecia y a la gente local le gustaba. Ah! y por supuesto que saludaba Buongiorno cuando estuvimos en Italia, jeje.
Espero que nuestra experiencia recorriendo Europa en un motorhome te haya servido para desmitificar los principales miedos que nos han comentado las personas que sueñan con viajar de esta forma pero que no se atreven.
Ya sabes que siempre puedes responder este mail si tienes dudas o dejarme un comentario aquí 👇🏻
Un abrazo y gracias por leer,
Estos 5 mitos son maravillosos. Felicidades por esta aventura creativa y que se la puedan permitir.
Un saludo afectuoso.